miércoles, 6 de diciembre de 2006
Solo son sueños ..
Ella ya se había sentido así. No volvería a equivocarse, por lo menos eso pensaba. Sabía que no debería dejarse llevar por sus sueños, por sus fantasías; pero no podía evitarlo. Le encantaba imaginarse junto a él, compartiendo miradas complices que dijeran más que las palabras. Verse en sus ojos y que él se viera en los suyos, mientras las horas se convertían en minutos. Se veía disfrutando de cada instante de su compañía, escuchando su risa, sintiéndose protegida entre sus brazos... pero luego, abría los ojos y se encontraba con la realidad. Era tan diferente a como ella imaginaba... La historia volvía a repetirse y no podía dejar de preguntarse cuándo dejaría de pasar por lo mismo, cuándo dejaría de equivocarse y, sobretodo, cuándo dejaría de hacer caso a sus sentimientos, pues si nunca habían sido correspondidos, ¿por qué habrían de serlo ahora?
jueves, 9 de noviembre de 2006
Tiempo ..

Cuando tengo tiempo libre nunca sé en qué emplearlo y, normalmente, lo lleno con cosas absurdas. Y solo me doy cuenta cuando ya no dispongo de ese tiempo que puedo dedicarme a mí misma y a los que me rodean. Cuando me falta el tiempo, suelo pensar en lo que haría en ese momento. Que si me encantaría ver una película romántica e imaginar que soy una de las protagonistas, que si me apetece escuchar alguna balada que me lleve a sentir cosas que aún no he sentido, que me haga rozar sensaciones con el dedo, pero sin alcanzarlas. Tumbarme a leer un libro que tenga ganas de leer, dejando que pasen las horas sumida entre las letras, sentarme con mis abuelas y hablar con ellas, contarles, que me cuenten... hay tantas cosas interesantes que hacer... pero siempre se pasean por la mente cuando no puedes hacerles caso.
miércoles, 11 de octubre de 2006
Una vez más ..

jueves, 28 de septiembre de 2006
felicidades ..
Hoy, ella, cumple años. Me alegra estar un año más a su lado, compartiendo penas y alegrías. Me encanta que sea como es, que a veces le dé a mi vida un color más vivo que el que le veo yo, que me regale sus sonrisas, que me robe las mías, que seque mis lágrimas y que me deje hacer a mí lo mismo...
En fin, todo lo que diga es poco. La quiero y eso es lo que cuenta :)
Felicidades, marta.
En fin, todo lo que diga es poco. La quiero y eso es lo que cuenta :)
Felicidades, marta.
martes, 12 de septiembre de 2006
Diecisiete ..
Hay días que me pongo melancólica. Me da por recordar infinidad de momentos que he vivido, que ya han pasado. Algunos me arrancan alguna que otra sonrisa y otros me entristecen. Porque sí, hay de todo: recuerdos buenos y recuerdos malos. Veo las fotografías de cuando era una niña, veo a gente que ya no está; que se ha ido y otra vez me doy cuenta de que el tiempo pasa muy deprisa, casi sin que nos demos cuenta.
Y hoy, el día de mi cumpleaños, es uno de esos días. Por una parte me siento un poco protagonista de éste, mi día. Llamadas, mensajes, algún regalito que otro... Pero por otro no puedo evitar pensar en lo rápido que pasa el tiempo. Sí, me queda toda una vida por delante, pero parece que éste día soy más consciente de que todo llega y todo pasa.
Hoy íbamos a celebrarlo en plan mini (con dos de mis primos, mis dos abuelas, mis padres y mi hermano) y luego ya, celebrarlo a lo grande, con la familia al completo. Y antes de comer, llama mi padre diciendo que se ha caido en el trabajo y que se ha hecho daño en una mano. Así que, se han ido él y mi madre al hospital y hemos comido los demás junto con un silencio incómodo. Pero bueno, espero que no sea nada. Dicen que no todo puede salir bien, ¿no?. He soplado las velas sintiendo que me faltaba algo y encima, para colmo, la de la pastelería pone Anabel con V. Me chirrian los ojos aún... Y nada, de todas formas, ya podré celebrarlo con ellos y con el resto de mi familia otro día...
Y hoy, el día de mi cumpleaños, es uno de esos días. Por una parte me siento un poco protagonista de éste, mi día. Llamadas, mensajes, algún regalito que otro... Pero por otro no puedo evitar pensar en lo rápido que pasa el tiempo. Sí, me queda toda una vida por delante, pero parece que éste día soy más consciente de que todo llega y todo pasa.
Hoy íbamos a celebrarlo en plan mini (con dos de mis primos, mis dos abuelas, mis padres y mi hermano) y luego ya, celebrarlo a lo grande, con la familia al completo. Y antes de comer, llama mi padre diciendo que se ha caido en el trabajo y que se ha hecho daño en una mano. Así que, se han ido él y mi madre al hospital y hemos comido los demás junto con un silencio incómodo. Pero bueno, espero que no sea nada. Dicen que no todo puede salir bien, ¿no?. He soplado las velas sintiendo que me faltaba algo y encima, para colmo, la de la pastelería pone Anabel con V. Me chirrian los ojos aún... Y nada, de todas formas, ya podré celebrarlo con ellos y con el resto de mi familia otro día...
miércoles, 6 de septiembre de 2006
Una vez más ..
Ella no se fijó en él la primera vez que lo vio. Pasó desapercibido ante sus ojos. No tenía nada que le llamara la atención. A él le pasó lo mismo. Sólo intercambiaron dos besos de cortesía al hacer las presentaciones oportunas. No entrelazaron ninguna palabra. Sus voces no se mezclaron. Sus miradas tampoco.
Se vieron un par de veces más y, sin saber cómo ni por qué, un par de palabras se cogieron de la mano. Nada importante pero lo suficiente para que un leve cosquilleo se produjera en su interior. Ella no entendía qué le pasaba. No sabía qué tenía para hacerla sentir así, además no sabía nada de él. Algo tenía que llamaba su atención. Quizá fuera su mirada, triste pero intensa.
Bromeaban juntos. Algo crecía en el interior de ella. El tiempo se le acababa y no sabía cuándo le volvería a ver. El día de la despedida llegó y él se mostro distante y frío. Y ella, desilusionada, se dio por vencida una vez más... ¿Por qué ésta vez habría tenido que ser diferente?
Se vieron un par de veces más y, sin saber cómo ni por qué, un par de palabras se cogieron de la mano. Nada importante pero lo suficiente para que un leve cosquilleo se produjera en su interior. Ella no entendía qué le pasaba. No sabía qué tenía para hacerla sentir así, además no sabía nada de él. Algo tenía que llamaba su atención. Quizá fuera su mirada, triste pero intensa.
Bromeaban juntos. Algo crecía en el interior de ella. El tiempo se le acababa y no sabía cuándo le volvería a ver. El día de la despedida llegó y él se mostro distante y frío. Y ella, desilusionada, se dio por vencida una vez más... ¿Por qué ésta vez habría tenido que ser diferente?
miércoles, 9 de agosto de 2006
Daniela ..
Daniela es la tía de mi abuela materna. La conocí el año pasado, cuando acompañé a mi abuela en su visita anual a su pueblo natal, donde vive Daniela. Yo no me acordaba de ella, igual porque, si alguna vez la había visto, era demasiado pequeña. Cuando nos vio una sonrisa se dibujó en su cara. Se puso contentísima. Después de estar un rato con ella y con su marido, nos despedimos y ya no la volví a ver hasta este fin de semana pasado que volvimos.
Cuando llegué lo primero que me vino a la mente era el verla otra vez antes de irme. Sin falta. Cuando nos vio se puso igual de contenta que siempre y no tardó en empezar a sacar sillitas de su casa para que nos sentáramos a la parte de fuera, a la fresquita. Estuvo contándonos que este mes cumpliría 85 años. Y la verdad, no los aparenta. Es cierto que va un poco encorvada, pero por lo demás... está perfecta. Se acuerda de nombres y edades de muchísima gente, tiene una memória...
Nos decía que a su marido, que ronda su edad (no se cuantos años tiene exactamente pero ochenta y algo también) le vieron una manchita en el pulmón hace unos meses y le están dando quimioterapia. Que estaba fastidiadillo, porque es un tratamiento fuerte pero que, poco a poco, iba a mejor. Y que, aunque llevaba dos mesecitos sin ir a su huertito lo que más importaba es que pudieran estar juntitos. Además, solo se tienen el uno al otro, ya que no han tenido hijos. Aún así, dudo que les falte compañía o la ayuda de quien sea, porque realmente se hacen de querer. A mi madre, por ejemplo, le decía que se curara pronto de su piernita (la operaron hace dos meses de la rodilla) y se la acariciaba con mucho cariño. Creo que nunca había conocido a una persona así, que se preocupara tantísimo por los demás, con tanto corazón y tal humilde.
Cuando nos despedimos me dio muchísima pena. En las dos veces que la he visto le he cogido un cariño enorme. No pudo evitar emocionarse. De mi abuela se despidió la última, dándole un abrazo. Y, con lo sensiblona que soy yo, acabé yo también emocioná, jaja.
Espero verla al año que viene. Y que nos cuente que pronto cumplirá 86 años junto a su marido...
ACTUALIZACIÓN 20-08-06
Al final el marido de Daniela no lo ha superado. Ha fallecido esta madrugada...
PD.: Hago mini-cierre por vacaciones. De todas formas, intentaré leeros con frecuencia. mua.
Cuando llegué lo primero que me vino a la mente era el verla otra vez antes de irme. Sin falta. Cuando nos vio se puso igual de contenta que siempre y no tardó en empezar a sacar sillitas de su casa para que nos sentáramos a la parte de fuera, a la fresquita. Estuvo contándonos que este mes cumpliría 85 años. Y la verdad, no los aparenta. Es cierto que va un poco encorvada, pero por lo demás... está perfecta. Se acuerda de nombres y edades de muchísima gente, tiene una memória...
Nos decía que a su marido, que ronda su edad (no se cuantos años tiene exactamente pero ochenta y algo también) le vieron una manchita en el pulmón hace unos meses y le están dando quimioterapia. Que estaba fastidiadillo, porque es un tratamiento fuerte pero que, poco a poco, iba a mejor. Y que, aunque llevaba dos mesecitos sin ir a su huertito lo que más importaba es que pudieran estar juntitos. Además, solo se tienen el uno al otro, ya que no han tenido hijos. Aún así, dudo que les falte compañía o la ayuda de quien sea, porque realmente se hacen de querer. A mi madre, por ejemplo, le decía que se curara pronto de su piernita (la operaron hace dos meses de la rodilla) y se la acariciaba con mucho cariño. Creo que nunca había conocido a una persona así, que se preocupara tantísimo por los demás, con tanto corazón y tal humilde.
Cuando nos despedimos me dio muchísima pena. En las dos veces que la he visto le he cogido un cariño enorme. No pudo evitar emocionarse. De mi abuela se despidió la última, dándole un abrazo. Y, con lo sensiblona que soy yo, acabé yo también emocioná, jaja.
Espero verla al año que viene. Y que nos cuente que pronto cumplirá 86 años junto a su marido...
ACTUALIZACIÓN 20-08-06
Al final el marido de Daniela no lo ha superado. Ha fallecido esta madrugada...
PD.: Hago mini-cierre por vacaciones. De todas formas, intentaré leeros con frecuencia. mua.
miércoles, 2 de agosto de 2006
El cuento de nunca acabar ..
Parece que cuando por fin consigues alejarte de un sentimiento más se empeña en permanecer junto a ti. Siempre hay algo que lo hace revivir. Cualquier mínimo detalle es capaz de hacerte volver a empezar desde cero. Revives todo lo bonito y te olvidas de lo malo. Y yo me pregunto, ¿para qué? Si, al fin y al cabo, sabes que vas a tener que recorrer el mismo camino, el camino del olvido y que, cuando vayas por la mitad y comiences a acercarte al final, volverás al principio, por cualquier detalle insignificante, acompañado de la esperanza y de la ilusión.
Crees que ya es la vez definitiva, que no volverás a tener que andar ese camino, pero nunca es así. Siempre te toca volver. Y sola. Porque la ilusión y la esperanza se desvanecen al llegar al principio y esta vez te acompañan el dolor, la impotencia y la desilusión...
Hoy he decidido empezar a recorrer el camino junto con el dolor, la impotencia y la desilusión; pero, aunque no quiera, a veces, cuando la esperanza me alcanza, me paro en medio del camino y espero junto a ella. Siempre consigue alcanzarme. Y allí estoy, sentada a su lado hasta que consigo deshacerme de ella y logro retomar el camino hacia el olvido...
Crees que ya es la vez definitiva, que no volverás a tener que andar ese camino, pero nunca es así. Siempre te toca volver. Y sola. Porque la ilusión y la esperanza se desvanecen al llegar al principio y esta vez te acompañan el dolor, la impotencia y la desilusión...
Hoy he decidido empezar a recorrer el camino junto con el dolor, la impotencia y la desilusión; pero, aunque no quiera, a veces, cuando la esperanza me alcanza, me paro en medio del camino y espero junto a ella. Siempre consigue alcanzarme. Y allí estoy, sentada a su lado hasta que consigo deshacerme de ella y logro retomar el camino hacia el olvido...
miércoles, 19 de julio de 2006
Distanciamientos ..
Algunas veces, por razones varias, se producen distanciamientos entre las personas. Evitable o inevitablemente llega un momento (aunque no siempre) en el que dos personas espacian los momentos en los que se ven y hablan, y pasan de ser frecuentes y de prolongarse durante horas a ser cortos y espaciados.
La verdad es que me ha pasado varias veces y, aunque algunas veces ha resultado positivo, la mayoría de las veces no. Sí, es cierto que, cuando son para bien, estos distanciamientos me permiten reflexionar, darme cuenta de los errores que he podido cometer y, sobretodo, de recapacitar; de ceder, de dar un paso atrás y de poder estrechar los lazos que se habían roto por alguna razón o apretarlos más fuerte, para no dejar que se suelten definitivamente. Sin embargo, muchas veces, y sobretodo cuando son distanciamientos involuntarios, se produce un enfriamiento. Un enfriamiento que no me gusta nada, porque aquí el tiempo va en nuestra contra. Va separándonos y, cuanto más pasa, más difícil es retroceder y volver a la normalidad.
Cuando por fin se vuelve a establecer el contacto (si es que se vuelve a establecer), caes en la cuenta del abismo que os separa. Parece mentira que muchas veces nadie ponga de su parte para retomar el contacto a tiempo y, no obstante, es cierto que esto pasa. Poca gente está dispuesta a dar el primer paso. Por orgullo, por miedo a que vuelva a ocurrir lo mismo... por unas cosas o por otras, la distancia va aumentando hasta que llega un momento en el que se pasa a ser como casi desconocidos. Y cuesta... la verdad es que cuesta volver a estar como antes. Cuesta recuperar el tiempo perdido.
Otras tantas veces, ya nada vuelve a ser lo mismo. Cómo cambiarían las cosas si todos pusieramos un poco de nuestra parte en vez de esperar a que la otra persona dé el primer paso... Pero bueno, siempre habrán personas y personas...
La verdad es que me ha pasado varias veces y, aunque algunas veces ha resultado positivo, la mayoría de las veces no. Sí, es cierto que, cuando son para bien, estos distanciamientos me permiten reflexionar, darme cuenta de los errores que he podido cometer y, sobretodo, de recapacitar; de ceder, de dar un paso atrás y de poder estrechar los lazos que se habían roto por alguna razón o apretarlos más fuerte, para no dejar que se suelten definitivamente. Sin embargo, muchas veces, y sobretodo cuando son distanciamientos involuntarios, se produce un enfriamiento. Un enfriamiento que no me gusta nada, porque aquí el tiempo va en nuestra contra. Va separándonos y, cuanto más pasa, más difícil es retroceder y volver a la normalidad.
Cuando por fin se vuelve a establecer el contacto (si es que se vuelve a establecer), caes en la cuenta del abismo que os separa. Parece mentira que muchas veces nadie ponga de su parte para retomar el contacto a tiempo y, no obstante, es cierto que esto pasa. Poca gente está dispuesta a dar el primer paso. Por orgullo, por miedo a que vuelva a ocurrir lo mismo... por unas cosas o por otras, la distancia va aumentando hasta que llega un momento en el que se pasa a ser como casi desconocidos. Y cuesta... la verdad es que cuesta volver a estar como antes. Cuesta recuperar el tiempo perdido.
Otras tantas veces, ya nada vuelve a ser lo mismo. Cómo cambiarían las cosas si todos pusieramos un poco de nuestra parte en vez de esperar a que la otra persona dé el primer paso... Pero bueno, siempre habrán personas y personas...
miércoles, 5 de julio de 2006
Ese lugar ..
Cuando era pequeña, teníamos un chalet en una urbanización de un pueblo cercano a mi ciudad. Era bastante grande y allí solíamos pasar los veranos (y algún fin de semana) mis padres, mi hermano, mis tios, mi primo y mis abuelos.
Me acuerdo de una charquita que teníamos con peces en el jardín. Había de todos los colores. Me encantaba darles de comer: cogía pan duro y lo frotaba contra las piedras de la orilla, haciéndolo migajas y viendo como los pececillos subían a la superficie para comer.
Por las mañanas, jugábamos un rato en el frontón o cogíamos las bicis e íbamos a una pequeña tienda que había en la urbanización para comprar el pan y algo de fruta (y de paso, nos comprábamos un helado). Otras veces, hacíamos los deberes que nos mandaban para las vacaciones, aunque eso sí, obligados por las mamás.
En el jardín, recuerdo a mi abuela, le encantaba arreglarlo. Cuando encendía los aspersores, allí estábamos nosotros para corretear por el cesped y refrescarnos un poco. A veces se enfadaba porque le pisábamos los rosales (y más de una vez nos pinchamos con las espinas). También nos hacía paellas a la leña en un paellero que había a la parte de detrás. Estaban tan buenas...
Después de esperar el tiempo correspondiente para hacer la digestión y mientras las mamás descansaban un rato viendo la televisión, nos poníamos nuestros bañadores y nos tirábamos a la piscina. Allí podíamos jugar durante horas. Luego, salíamos y nos secábamos al sol, en el borde de la piscina. Me gustaba meter la mano dentro y juguetear con el agua. Una vez secos, merendábamos y nos entreteníamos con cualquier otro juego hasta la hora de la cena. A veces, salíamos a la parte de fuera con mi abuela para esperar a nuestros padres y al yayo, que venían de trabajar en una furgoneta blanca.
Después de cenar, nos subíamos los nueve a la parte de arriba y veíamos un poco la tele y, más tarde, nos íbamos a dormir y hasta el día siguiente...
Conforme nos fuimos haciendo más mayores las ganas de ir fueron disminuyendo y es ahora cuando me doy cuenta de lo mucho que lo hecho en falta. Dicen que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, ¿no?. Ahora ya hace unos tres años que lo vendimos por motivos que no vienen al caso. Lo recuerdo con mucho cariño y la verdad creo que se quedó una parte de mí allí, sobretodo el recuerdo de mi abuelo. Sueño muchas veces con aquel lugar, lleno de altos pinos y cesped... quizá porque el día que fueron a recoger las cosas no pude ir, ya que me encontraba en un viaje con el instituto. Tengo la sensación de que se me olvidó algo allí y no pasa un día en que no me arrepienta de no haber ido, por mucho que me dijeran que no quedó nada.
He pensado en volver y verlo, pero creo que es mejor que no. Los nuevos propietarios han hecho algunos cambios y prefiero recordarlo como la última vez que estuve. Mi padre me dice que cuando nos toque la lotería volveremos a comprarlo a lo que yo le respondo con una sonrisa. Ojalá pudiera volver a oler el cesped recién cortado y esas rosas que tan bien cuidaba mi abuela... Ojalá pudiera volver a nadar en esa piscina, ojalá pudiera volver a columpiarme en ese columpio en medio del jardín... Ojala pudiera volver a pisar ese lugar...
Me acuerdo de una charquita que teníamos con peces en el jardín. Había de todos los colores. Me encantaba darles de comer: cogía pan duro y lo frotaba contra las piedras de la orilla, haciéndolo migajas y viendo como los pececillos subían a la superficie para comer.
Por las mañanas, jugábamos un rato en el frontón o cogíamos las bicis e íbamos a una pequeña tienda que había en la urbanización para comprar el pan y algo de fruta (y de paso, nos comprábamos un helado). Otras veces, hacíamos los deberes que nos mandaban para las vacaciones, aunque eso sí, obligados por las mamás.
En el jardín, recuerdo a mi abuela, le encantaba arreglarlo. Cuando encendía los aspersores, allí estábamos nosotros para corretear por el cesped y refrescarnos un poco. A veces se enfadaba porque le pisábamos los rosales (y más de una vez nos pinchamos con las espinas). También nos hacía paellas a la leña en un paellero que había a la parte de detrás. Estaban tan buenas...
Después de esperar el tiempo correspondiente para hacer la digestión y mientras las mamás descansaban un rato viendo la televisión, nos poníamos nuestros bañadores y nos tirábamos a la piscina. Allí podíamos jugar durante horas. Luego, salíamos y nos secábamos al sol, en el borde de la piscina. Me gustaba meter la mano dentro y juguetear con el agua. Una vez secos, merendábamos y nos entreteníamos con cualquier otro juego hasta la hora de la cena. A veces, salíamos a la parte de fuera con mi abuela para esperar a nuestros padres y al yayo, que venían de trabajar en una furgoneta blanca.
Después de cenar, nos subíamos los nueve a la parte de arriba y veíamos un poco la tele y, más tarde, nos íbamos a dormir y hasta el día siguiente...
Conforme nos fuimos haciendo más mayores las ganas de ir fueron disminuyendo y es ahora cuando me doy cuenta de lo mucho que lo hecho en falta. Dicen que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, ¿no?. Ahora ya hace unos tres años que lo vendimos por motivos que no vienen al caso. Lo recuerdo con mucho cariño y la verdad creo que se quedó una parte de mí allí, sobretodo el recuerdo de mi abuelo. Sueño muchas veces con aquel lugar, lleno de altos pinos y cesped... quizá porque el día que fueron a recoger las cosas no pude ir, ya que me encontraba en un viaje con el instituto. Tengo la sensación de que se me olvidó algo allí y no pasa un día en que no me arrepienta de no haber ido, por mucho que me dijeran que no quedó nada.
He pensado en volver y verlo, pero creo que es mejor que no. Los nuevos propietarios han hecho algunos cambios y prefiero recordarlo como la última vez que estuve. Mi padre me dice que cuando nos toque la lotería volveremos a comprarlo a lo que yo le respondo con una sonrisa. Ojalá pudiera volver a oler el cesped recién cortado y esas rosas que tan bien cuidaba mi abuela... Ojalá pudiera volver a nadar en esa piscina, ojalá pudiera volver a columpiarme en ese columpio en medio del jardín... Ojala pudiera volver a pisar ese lugar...
lunes, 26 de junio de 2006
Ojos verdes .. (Corregida)
El otro día me acordé de una historia que me contó mi abuela por parte de padre hace tiempo. Era sobre de quién provenían los ojos verdes de la familia. No es que los tengamos todos, ni mucho menos. Pero ella, mi padre y yo, sí. La verdad es que la herencia genética me ha tenido en buena consideración porque ni mi hermano ni mi único primo por parte de padre los tiene, jeje. Y hace unos días, pedí que me la contara, con lápiz y papel en mano, por supuesto. Me senté en el sofá y le dije que empezara a contarme esa historia que tanta curiosidad despierta en mí y tantas preguntas genera. Me contó esto:
"La madre de mi abuela (por parte de padre); es decir, mi bisabuela, servía en casa de un médico importante de Novelda. Ésta se acostó con él y se quedó en estado. En aquella época esto estaba muy malvisto y la mujer del médico y él la dieron en "adopción" (ya que fue darla en mano sin ningún tipo de papeleo). Pues bien, parece ser que el médico tenía los ojos verdes y, cosas de la genética, mi abuela los heredó y así ha sido generación tras generación"
La verdad es que es una historia más, no creo que tenga tampoco nada de especial, pero me resulta tan curiosa... (Qué raro que algo despierte curiosidad en mí xD) Y yo me pregunto ¿Qué hubiera pasado si, en vez de darla en "adopción", se la hubieran quedado?. Parece ser que este matrimonio no tenía hijos. ¿Sería familia de un importante médico? ¿Serían diferentes las cosas o no habría cambiado nada?.
Supongo que las cosas están bien como están. Así que tendré que conformarme con los ojos verdes...
NOTA: Perdonad que se me olvidara poner la frase que está en negrita. ¡Sin ella la historia no tiene sentido! No sé como pudo pasárseme. ¿Y no os disteis cuenta de que la historia de mi abuela no tenía ni pies ni cabeza? Jajaja. Bueno, ya está arreglado. Un besito y perdón por el despiste!
"La madre de mi abuela (por parte de padre); es decir, mi bisabuela, servía en casa de un médico importante de Novelda. Ésta se acostó con él y se quedó en estado. En aquella época esto estaba muy malvisto y la mujer del médico y él la dieron en "adopción" (ya que fue darla en mano sin ningún tipo de papeleo). Pues bien, parece ser que el médico tenía los ojos verdes y, cosas de la genética, mi abuela los heredó y así ha sido generación tras generación"
La verdad es que es una historia más, no creo que tenga tampoco nada de especial, pero me resulta tan curiosa... (Qué raro que algo despierte curiosidad en mí xD) Y yo me pregunto ¿Qué hubiera pasado si, en vez de darla en "adopción", se la hubieran quedado?. Parece ser que este matrimonio no tenía hijos. ¿Sería familia de un importante médico? ¿Serían diferentes las cosas o no habría cambiado nada?.
Supongo que las cosas están bien como están. Así que tendré que conformarme con los ojos verdes...
NOTA: Perdonad que se me olvidara poner la frase que está en negrita. ¡Sin ella la historia no tiene sentido! No sé como pudo pasárseme. ¿Y no os disteis cuenta de que la historia de mi abuela no tenía ni pies ni cabeza? Jajaja. Bueno, ya está arreglado. Un besito y perdón por el despiste!
jueves, 22 de junio de 2006
¿Por qué no?
Hoy he estado en casa de un amigo y su madre (muy amiga de la mía) me ha dicho que se iba a apuntar a la universidad para estudiar una carrera (no me acuerdo cual exactamente). Me ha contado que era de tres años y yo le he dicho que igual a mi madre le parecía buena idea estudiar algo, no sé, el hecho es que la rama de la enfermería a ella se le da bastante bien y que, aunque no hiciera eso, podría sacarse alguna. Es mas, más de una vez se lo he dicho. Le ha parecido buena idea, además mi madre es ama de casa y creo que igual le gustaría darle un pequeño giro a su vida y estudiar algo y ver que puede hacer más cosas que limpiar y hacer la comida. Al final, hemos quedado en que, ella por su parte y yo por la mía, intentaríamos animar a mi madre a dar ese girito.
Más tarde, he llegado a casa. Y, a parte de mis padres y mi hermano, estaban mis tios y mi primo. Yo, toda ilusionada, les he mencionado la idea (que vale, igual a mí me parece lo más fácil del mundo y no lo es, hasta ahí estamos de acuerdo, pero creo que en esta vida hay que tener ambiciones), y qué sorpresa la mía cuando no me han tomado en serio. Es más, se han reído de mi propuesta. Yo, ofendida, les he dicho que si hubiera sabido que se iban a reir de mí no les digo nada y he venido a refugiarme a esta habitación y dónde no he podido evitar dejar escapar una lágrima. Me da tanta rabia que no me tomen en serio... (Creo que la única que ha visto lo que yo pretendía con ello ha sido mi madre) Pero... ¿Por qué no puede mi madre cambiar algo en su vida? ¿Por qué es tan imposible? ¿Por qué no podría ella estudiar algo que le gustara, aunque solo fuera por el mero hecho de estudiarlo? ¿Por qué no?
Más tarde, he llegado a casa. Y, a parte de mis padres y mi hermano, estaban mis tios y mi primo. Yo, toda ilusionada, les he mencionado la idea (que vale, igual a mí me parece lo más fácil del mundo y no lo es, hasta ahí estamos de acuerdo, pero creo que en esta vida hay que tener ambiciones), y qué sorpresa la mía cuando no me han tomado en serio. Es más, se han reído de mi propuesta. Yo, ofendida, les he dicho que si hubiera sabido que se iban a reir de mí no les digo nada y he venido a refugiarme a esta habitación y dónde no he podido evitar dejar escapar una lágrima. Me da tanta rabia que no me tomen en serio... (Creo que la única que ha visto lo que yo pretendía con ello ha sido mi madre) Pero... ¿Por qué no puede mi madre cambiar algo en su vida? ¿Por qué es tan imposible? ¿Por qué no podría ella estudiar algo que le gustara, aunque solo fuera por el mero hecho de estudiarlo? ¿Por qué no?
viernes, 16 de junio de 2006
Una vida diferente ..
La sra. Carmen vive dos pisos arriba mío. Rondará los 70 años, más o menos. Le encanta ir como un pincel, siempre con su blusa, su falda, su bolso y sus zapatos. Además de llevar su media melena rubia bien peinada. Lleva una vida tranquila, sin muchas prisas... vamos, lo normal en una persona de su edad.
No la conozco. Nuestra relación, por llamarlo de alguna manera, se basa en un hola y un adiós cada vez que nos cruzamos por el patio, pero la verdad es que me llama mucho la atención. Lo que más es que es soltera. Y la verdad es que no puedo evitar preguntarme si ella ha elegido ese camino o si, por unas cosas u otras, se le pasó el arroz.
No creo que haya tomado un rumbo equivocado, es más, sus ventajas tendrá la vida de soltera. Sin embargo, no puedo evitar ponerme en su situación y, la verdad, es que me resultaría un poco triste no tener hijos y en su defecto, nietos. Igual es que, desde pequeña, he soñado con la típica vida de película. Tan perfecta, tan... todo. ¿Quién no ha soñado alguna vez con algo así?. Puedo pasarme horas viendo películas de príncipes azules y decirme a mí misma que así será mi vida. Total, soñar es gratis, ¿no?. Pero bueno, esta faceta la dejo para otro post, jeje.
A veces me invade la curiosidad. Me gustaría saber tantas cosas... qué proyectos ha llevado a cabo, cómo ha sido su vida... Sólo sé que estuvo trabajando en el ayuntamiento o algo así. Sin duda, sería interesante saberlo. Podría tenerme horas entretenida con todas las cosas que imagino que debe de haber hecho... Pero solo puedo imaginármelo.
PD.: Ya tengo piercing, Jajaja.
Mini actualización: Por fin acabé los exámenes. Soy libreeee :)
No la conozco. Nuestra relación, por llamarlo de alguna manera, se basa en un hola y un adiós cada vez que nos cruzamos por el patio, pero la verdad es que me llama mucho la atención. Lo que más es que es soltera. Y la verdad es que no puedo evitar preguntarme si ella ha elegido ese camino o si, por unas cosas u otras, se le pasó el arroz.
No creo que haya tomado un rumbo equivocado, es más, sus ventajas tendrá la vida de soltera. Sin embargo, no puedo evitar ponerme en su situación y, la verdad, es que me resultaría un poco triste no tener hijos y en su defecto, nietos. Igual es que, desde pequeña, he soñado con la típica vida de película. Tan perfecta, tan... todo. ¿Quién no ha soñado alguna vez con algo así?. Puedo pasarme horas viendo películas de príncipes azules y decirme a mí misma que así será mi vida. Total, soñar es gratis, ¿no?. Pero bueno, esta faceta la dejo para otro post, jeje.
A veces me invade la curiosidad. Me gustaría saber tantas cosas... qué proyectos ha llevado a cabo, cómo ha sido su vida... Sólo sé que estuvo trabajando en el ayuntamiento o algo así. Sin duda, sería interesante saberlo. Podría tenerme horas entretenida con todas las cosas que imagino que debe de haber hecho... Pero solo puedo imaginármelo.
PD.: Ya tengo piercing, Jajaja.
Mini actualización: Por fin acabé los exámenes. Soy libreeee :)
lunes, 5 de junio de 2006
Mi amiga ..
Tengo una amiga de esas que solo se encuentran una vez en la vida. Me alegro tanto de que el destino intercalara nuestros caminos...
Recuerdo que la conocí hace cosa de tres años. La primera impresión que me dio no fue la mejor, he de reconocerlo. No por su aspecto exterior, sino por su manera de ser, un tanto peculiar. ¿Quién me iba a decir que esa chica risueña y alocada se iba a convertir en una de las personas más importantes de mi vida? .
No sé cuanto tiempo pasó desde ese día hasta que empezamos a hablar. Sinceramente no recuerdo exactamente porqué acabó en mi lista de contactos de messenger pero, a raíz de ahí, empezamos a entablar una amistad: poco a poco, empecé a ver en ella algo que no había visto en nadie. Era, simplemente, alguien especial. Alguien con quien podía compartir todos mis secretos, todas mis preocupaciones.
Vivimos a dos manzanas de distancia, pero no nos vemos mucho. Entre sus ojos verdes y sus estudios casi no tiene tiempo de nada. Eso sí, de vez en cuando buscamos algún huequito para estar juntas y ponernos al día mutuamente, aunque hablamos a diario.
Nos encanta chismorrear juntas. Nos aconsejamos, nos escuchamos, nos entendemos... existe entre nostras una complicidad que nunca con nadie había tenido. Siempre, siempre está cuando la necesito, dispuesta a compartir parte de su tiempo conmigo. La verdad es que para mí es una gran amiga, la mejor. No creo que pueda encontrar nunca a nadie así.
Me encanta aprender de ella. Me ha enseñado tantas cosas... sobretodo me contagia esas ganas de vivir que tiene. Para ella no existe día lluvioso alguno, todos los días son soleados y están plagados de sonrisas.
La verdad es que no sé que haría sin ella.
Recuerdo que la conocí hace cosa de tres años. La primera impresión que me dio no fue la mejor, he de reconocerlo. No por su aspecto exterior, sino por su manera de ser, un tanto peculiar. ¿Quién me iba a decir que esa chica risueña y alocada se iba a convertir en una de las personas más importantes de mi vida? .
No sé cuanto tiempo pasó desde ese día hasta que empezamos a hablar. Sinceramente no recuerdo exactamente porqué acabó en mi lista de contactos de messenger pero, a raíz de ahí, empezamos a entablar una amistad: poco a poco, empecé a ver en ella algo que no había visto en nadie. Era, simplemente, alguien especial. Alguien con quien podía compartir todos mis secretos, todas mis preocupaciones.
Vivimos a dos manzanas de distancia, pero no nos vemos mucho. Entre sus ojos verdes y sus estudios casi no tiene tiempo de nada. Eso sí, de vez en cuando buscamos algún huequito para estar juntas y ponernos al día mutuamente, aunque hablamos a diario.
Nos encanta chismorrear juntas. Nos aconsejamos, nos escuchamos, nos entendemos... existe entre nostras una complicidad que nunca con nadie había tenido. Siempre, siempre está cuando la necesito, dispuesta a compartir parte de su tiempo conmigo. La verdad es que para mí es una gran amiga, la mejor. No creo que pueda encontrar nunca a nadie así.
Me encanta aprender de ella. Me ha enseñado tantas cosas... sobretodo me contagia esas ganas de vivir que tiene. Para ella no existe día lluvioso alguno, todos los días son soleados y están plagados de sonrisas.
La verdad es que no sé que haría sin ella.
domingo, 28 de mayo de 2006
Hoy ..

Hoy está oscuro, pero siempre queda mañana...
sábado, 20 de mayo de 2006
Él ..

Dicen que nos parecemos y sí, somos como dos gotas de agua. El mismo carácter, los mismos prontos... ¡y hasta los mismos andares!. También nos parecemos físicamente; la cara, los ojos, los dientes, el pelo... Tanto que es inevitable que nos enfademos. No sé quien es peor. El caso es que podemos tirarnos días sin dirigirnos la palabra. Qué pérdida de tiempo, sobretodo cuando pienso que esos días son irrecuperables.
Ojalá fuera capaz de decirle que le quiero, que gracias a él soy lo que soy... pero, aunque no quiera, hay algo que me impide hacerlo...
domingo, 14 de mayo de 2006
Ella ..

Me conoce tan bien... tanto que sabe cómo me siento en cada momento. Comparto secretos con ella que nadie sabe. Ni sabrá.
A veces no la trato como mereciera. Pero con ella parece que las palabras me salgan solas y no cuesta nada que un "lo siento" se deslice entre mis labios. También la hago enfadar... pero enseguida olvidamos ese pequeño percance para seguir tan unidas como siempre. Tiene tanta paciencia conmigo...
Para mí es insustituible. No la cambiaría por nada. Aunque... ¿Quién cambiaría a una madre?.
martes, 9 de mayo de 2006
Recuerdos ..

sábado, 6 de mayo de 2006
Sentimientos ..

Hay tantos sentimientos... "¡Ojalá desaparecieran algunos!" ¿Por qué? Sólo nos hacen sentir humanos...
lunes, 1 de mayo de 2006
Esas pequeñas cosas ..

Todas esas cosas, esas pequeñas cosas, son las que me hacen ver la vida de manera diferente y me hacen ser, en cierto modo, más feliz.
¿Qué añadirías tú?
jueves, 27 de abril de 2006
Personas ..

Y tú, ¿Qué destacarías de las personas que te rodean?
miércoles, 19 de abril de 2006
El sentido de todo ..

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