jueves, 13 de septiembre de 2007

dieciocho.

Un año más. Y se me ha pasado más rápido que de normal. Supongo que el hecho de verme obligada a enfrascarme más que otros años en los estudios ha tenido bastante que ver. El caso es que ya sumo uno más. Y, para variar, me da por pensar en lo rápido que pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando cumplía los 15 y ahora ya son 18.

Solo puedo decir que estoy muy contenta de tener a la gente que tengo a mi lado. De lo importante que me hacen sentir acordándose de una fecha como la de ayer y celebrando la misma conmigo. Y me hace feliz ver que formo parte de la vida de algunas personas. Es una sensación que no puedo describir.

En fin. Solo puedo darles las gracias por estar ahí.

sábado, 28 de julio de 2007

The holiday ..

He comprobado que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor es cierto. Shakespeare decía que los viajes terminan con el encuentro de los enamorados. ¡Qué idea más extraordinaria!. Personalmente no he experimentado nada ni remotamente parecido a eso, pero estoy convencida de que Shakespeare sí. Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me admira constantemente su abrumador poder de alterar y definir nuestras vidas.

También fue Shakespeare quien dijo que el amor es ciego; pues bien, estoy segura de que eso es verdad. Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga; para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo existe otra clase de amor, el mas cruel, aquel que prácticamente mata a sus victimas: se llama amor no correspondido y en ese apartado soy una experta. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, ¿Pero qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia?. La de aquellos que nos enamoramos solos. Somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por si mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada.





Este es un fragmento de un diálogo de la película "The holiday". Me gusta mucho, más que nada porque me define. Describe como me he sentido tantas veces y como me siento hoy.

domingo, 15 de julio de 2007

objetivo conseguido ..

NIF. ****************. Admitido en su primera opción, con código de titulación: 130.




130: Escuela universitaria de enfermería. Universidad de Valencia.




Qué felicidad ^^

domingo, 8 de julio de 2007

Tunez ..

Día 25 de junio. El avión despegaba a las 9.00. Los seis teníamos ganas de llegar, por ver ese sitio desconocido que iba a acogernos durante 8 días. Llegamos a las 11.00 al aeropuerto de Monastir. Hacía muchísimo calor. Pasamos el control y nos dispusimos a recoger las maletas. La cinta empezó a funcionar y las maletas iban apareciendo una a una. Ví que mis compañeros ya las tenian y la mía aún no había salido. Esperé paciente. Seguí esperando. Mi paciencia empezó a acabarse. Dejaron de salir maletas y la mía no había aparecido. Dos matrimonios que seguían esperando las suyas debían estar pensando lo mismo que yo: "mierda, mierda, mierda". Las maletas no estaban. Fuimos al mostrador dispuestos a poner la reclamación. ¡Qué put*da!. No sabía qué tenía que hacer y la chica sólo sabía árabe y francés. "Genial". Un chaval de uno de los matrimonios sabía francés y me ayudó a poner la reclamación. "Menos mal". Acabamos y salimos. Un guía nos esperaba fuera y nos condujo al autobús que nos llevaría al hotel.


Día 26. Nos levantamos a las 5.30 am, bajamos a recepción y ví al guía que nos acompañaría durante todo el circuito que esos días íbamos a hacer. Le comenté lo de la desapariciónde mi maleta y le dí la reclamación. Me dijo que vería que podía hacer. El calor había disminuído considerablemente y se mantendría así durante todo el viaje. Fuimos a Dougga, centro arquitectónico de la época romana y después visitamos el museo del Bardo, donde se conservan cantidad de mosaicos romanos. Por la tarde, salimos hacia las termas de Cartago y posteriormente visitamos el centro de Tunez, la medina. Al llegar al hotel le pregunté al guía por mi maleta. No se sabe ni dónde está.



Día 27. Vamos a Kairouan, ciudad santa del Islam, y vemos su gran mezquita, las reservas de agua construidas por los aghlabies y el Mausoleo del Barbero. Por la tarde llegamos a Nefta, después de varias horas en autobús. Pasamos la tarde en el hotel. Se bañaron en la piscina (sigo sin mi maleta), cenamos, jugamos a las cartas y a dormir.

Día 28
. Visitamos un oasis en el que hay cerca de 400.000 palmeras pertenecientes a 70 familias. Dan de los mejores dátiles del mundo. Nos enseñan como los cogen (descalzos y sin ninguna cuerda). Nos dan a probar zumo de palmera (muy dulce) y un dátil. Visitamos el pueblo de Nefta y un guía local nos habla de las costumbres de ese pueblo. Por ejemplo, las mujeres del mismo llevaban un velo negro con una raya azúl, lo que las identificaba como habitantes del susodicho. También que las puertas antiguas solían tener tres aldabas. Una arriba a la derecha (a la que tocaban los hombres), una arriba a la izquierda (donde tocaban las mujeres) y una abajo a la derecha (donde tocaban los niños). Cada una sonaba de una forma y así la mujer que vivía en la casa podía saber quién tocaba a la puerta y si tenía que ponerse el velo o no. Después vamos a la plaza del pueblo y todos probamos la limonada (buenísima). Por la tarde, nos subimos en un 4x4 y nos dirigimos hacia una catarata en medio del desierto. Continuamos la ruta en 4x4 a través del desierto, subiendo y bajando las dunas. Llegamos a una zona donde se rodó parte de Star Wars y dónde aún se conserva parte del decorado. Empieza a atardecer, subimos al 4x4 y nos dirigimos hacia el hotel. Las vistas increíbles. Me llama mi madre y me dice que la maleta fue a parar a Londres y que la enviarán directamente a Valencia. "Genial, todo el viaje sin maleta".


Día 29. Visitamos el Museo de artes y tradiciones en Tozeur y el guía nos habla de algunas cosas, como la duración de las bodas (siete días), las tradiciones que siguen realizándose, etc. Salimos hacia el lago salado de Chott el Djerid. Era todo blanco y el agua cambiaba de color dependiendo de su composición. La que vimos era de color rojo, por el hierro. Llegamos al hotel y de casualidad, en la tiendecita del mismo había tres ó cuatro bikinis. Me compré uno (que era bastante feo, pero a falta de pan... jaja). Por la tarde vamos aun hotel donde nos prestan una túnica y nos ponen un pañuelo en la cabeza para posteriormente ir a subir en dromedario y nos dan otra túnica y otro pañuelo a parte para la cena bereber a la que asistiríamos esa noche. La arena del desierto era polvo, finísima. Llegamos al hotel, nos duchamos y nos vestimos para la cena bereber. Nos reciben varios hombres tocando instrumentos y una mujer bailando. Nos dan un vaso de sangría y nos sentamos en las mesas. Nos sirven una sopa, una especie de pasta crujiente rellena de una mezcla de patata, perejil, huevo y nosequé más, cus-cus, sandía y galletas. Durante la cena, tocan música y bailan. Después de la cena, un poco de bailoteos y al hotel.

Día 30. Nos dirigimos a Matmata, donde visitamos una casa troglodita. Después cogimos un transbordador que nos llevó a la isla de Djerba, conocida por la producción de cerámica. Nos enseñaron como la trabajan y los distintos colores que adquiere dependiendo de si se mezcla con agua dulce (roja) o con agua salada (blanca). Comemos en la misma isla y por la tarde volvemos a coger el transbordador y nos dirigimos al hotel.

Día 1 .
Nos levantamos a las 5.30 de la mañana y vamos a la ciudad de Sfax, donde visitamos la medina. Después nos dirigimos a Djem, donde visitamos el anfiteatro romano. Después salimos hacia el hotel, en Sousse, y por la tarde vamos al centro de la misma ciudad para verlo y realizar algunas compras. A las 17.00 llegamos al hotel y nos despedimos de nuestro guía (con un poco de pena, todo hay que decirlo).

Día 2. Terminan de hacer el equipaje, salimos de la habitación a las 12.30. Hasta las 6.15 no venía el autobús que nos llevaba al aeropuerto. Comimos fuera del hotel y esperamos en el mismo hasta que llegara el autobús jugando a las cartas. Nos recogió el autobús, llegamos al aeropuerto y a las 8.30 subimos al avión. El avión sale a las 9.00 y A las 10.50 aproximadamente llegamos a Manises.





Sin duda, un viaje genial. Está claro que con la maleta habría estado un poco mejor, pero bueno, pude subsistir y me lo pasé de miedo. La comida estaba bastante bien aunque el bocatita de tortilla de patatas con ajoaceite que le dije a mi madre que me trajera al aeropuerto estaba mucho mejor, jaja.

sábado, 16 de junio de 2007

A vosotros .

Sigo recordandoos, a pesar de haber pasado casi diez años. Mis 8 años me impidieron ser consciente de que ya no volvería a veros, de que no ibáis a volver. Fue todo tan rápido, solo 11 días de diferencia. Pero sigo teniendo vuestra imagen en mi mente, guardo los recuerdos bajo llave, no quiero que se escapen. Me da rabia no haber podido disfrutar de vuestra compañía, de vuestros consejos, de vuestras historias. Ojalá pudieráis estar aquí para apoyarme, para darme vuestro punto de vista. Ojalá la vida no hubiera sido tan injusta de llevaros con ella. Veo a los abuelos orgullosos de sus nietos y sé que vosotros lo estuvisteis alguna vez de mí y que, seguramente, lo estaríais ahora. Sé que me ayudáis estéis donde estéis, que hacéis todo lo posible porque yo esté bien y porque también lo esten los demás. No os olvido. Nunca. Ni yo, ni las abuelas, ni nadie.

viernes, 1 de junio de 2007

Meta ..


Últimos días de clase y últimos días en ese centro. Dejamos atrás una etapa para dar lugar a la entrada de una nueva, la univesidad. Y, aunque por un lado quiero cambiar de aires, me da lástima tener que separarme de esa gente con la que he crecido, con la que llevo desde que tenía 2 ó 3 años. Con la que tanto he compartido y con la que tantas cosas he pasado. Ahora cada uno vamos a emprender un camino distinto y está claro que nunca volverá a ser lo mismo. No sé si seguiré viendo a algunos de ellos (que espero que sí, por lo menos a la gran mayoría), pero lo que si sé es que me llevo un recuerdo imborrable ^^

sábado, 12 de mayo de 2007

Titanic ..

Ayer fui a la exposición que hay en Valencia sobre el Titanic. ¿Y qué decir? Me encantó. Nos pusieron unos auriculares y un mp3. Primera ventaja, pues te ahorras el formar parte de un grupo de personas con el correspondiente guía asignado y que la gente de delante no te deje ni ver, ni escuchar al guía. Además, ventaja añadida el poder rebobinar cuantas veces quisieras el mp3, pararlo o lo que quisieras y la voz que se escuchaba era de un hombre mayor, muy relajante.

Vimos fotos de gente y sobretodo, una parte de ellos y ellas: cartas, objetos personales... y cada uno de ellos escondía una historia detrás. Una pareja de ancianos, por ejemplo, me llamó la atención. Como ya sabréis la mayoría, en un primer momento sólo dejaban subir a los botes a mujeres y niños. Esta mujer no quiso subir, pues había pasado la mayor parte de su vida con su marido, y prefirió morir allí, con él. Personas que se lanzaron al agua y nadaron hacia los botes que ya se alejaban y que, a pesar de alcanzarlos, no lograban resistir el intenso frío y morían antes de subir. Gente que dio la vida por salvar la de los demás, familias enteras que se hundieron con el barco (unas mil quinientas personas) solo por el hecho de haber obviado un número de botes considerable para dejar paso en cubierta.



Pudimos ver el catalejo con el que avistaron el iceberg (curiosa historia la de los vigías, que esa misma noche estaban apostándose una cerveza por el que dijera "¡Tierra a la vista" primero), una hamaca original de otras tantas que ayudaron a mantener con vida a la gente que quedó en el agua, parte de la vajilla, un coche, un banco, una silla de un comedor, herramientas, postales, joyas, vestidos, una reconstrucción de uno de los pasillos, otra de una habitación de primera y otra de segunda clase, las compuertas que hicieron que el barco tardará en hundirse alrededor de tres horas, pues sin ellas, solo habría durado 30 minutos e, incluso, una especie de reconstrucción del iceberg en el que se nos invitaba a colocar la mano y aguantar tanto como pudiéramos para sentir el dolor de todas las personas que cayeron al agua, a varios grados bajo 0. Lo hice y puedo asegurar que duele. Y mucho. Y al final, una sala con varios paneles en el que aparecían todos los nombres de las personas que murieron y sus edades.

Una serie de coincidencias poco favorecedoras dieron lugar al hundimiento del que llamaban el buque de los sueños, en el que tantas familias perecieron, en el que tantos sueños se acabaron. Creo que hay gente que no es consciente de todo lo que encierra la historia de este barco y se basan en la película que, a parte de la historia de amor que lleva incorporada, es una réplica bastante exacta de lo que era el barco, de los personajes más destacados y que, de hecho, existieron y aportaron su grano de arena, de los modos de vida de aquella época y la pobreza y la riqueza que allí convivían.

martes, 1 de mayo de 2007

La última ..

Volví a intentarlo. Y es la última vez. Sí, la última. Estoy harta de esperar cosas que no está dispuesto a darme, de su pasividad, de su egocentrismo, de su orgullo. Le dije todo lo que seguía sintiendo. Que el pasado no se había ido de mi lado y que me alimentaba de los recuerdos de los que ambos éramos protagonistas. Le comenté que seguía echándolo de menos y que podríamos volver a retomar aquella amistad pasada y de la que ahora solo quedan migajas. Pero él no parecía echar de menos todo aquello. Creo que tampoco le importó todo lo que yo le dije y fingió preocuparse por el hecho de que yo pudiera estar mal a causa de todo esto. Dijo que le gustaba recordar los momentos juntos y que quién sabe si algún día todo podría volver. "Las aguas siempre vuelven a su cauce", decía. Sí, claro.


lunes, 23 de abril de 2007

Fotografías ..

Me encanta ver fotos. Mías, de mi familia, de amigos. De quien sea. Adoro sentarme en un sofá, en un cama o en el suelo, dónde sea, y ver pasar las horas mientras revivo momentos de mi pasado y el de las personas de mi alrededor. Imaginarme cómo era su vida entonces, mucho antes de yo haber nacido y preguntar, preguntar, preguntar. Preguntar quién es este de aquí, cómo se llamaba este de allá, cuántos años tenía tal aquí... Observar momentos irrepetibles de sus vidas y, porqué no, trozos de ellos mismos, plasmados en trocitos de papel.

El otro día, en casa de mi abuela, me puse a ver un puñado de fotos que tenía en un cajón. Enseguida me sacó una bolsa llena, llenísima, de fotos antiguas, casi olvidadas. Las tiré encima de la cama y allí estuve, viéndolas. Vi a mis abuelos de jóvenes. Mi abuelo... el que hace tantos años se fue, cuando yo contaba 8 años. A mi madre, a mis tias, sus amigos de la juventud... Pude conocerlos un poco más, simplemente viéndolos en ellas. Y, al final, hice párticipe a toda la familia, que acabó sumándose a mi indagación entre esos montones de fotografías. Risas, recuerdos... . Y es que, ¿A quién no le gusta recordar momentos felices, momentos del pasado, de los que ya no creía acordarse? ¿A quién no consiguen arrancarle una sonrisa?

jueves, 12 de abril de 2007

Busco entre mis recuerdos ..

Hoy te he vuelto a recordar. También todas esas cosas que nos unían y que ahora tienes apartadas en un rincón. Sí, a veces, te paseas por mi mente, sin apenas hacer ruido. Y, sin que lo sepas, te observo. Tu presencia me hace recordar momentos, situaciones. Esas que dejas a tu paso y que yo, una a una, recojo y voy guardando, por si algún día quiero volver a revivirlas. Y lo hago, como hoy, preguntándome qué fue de todo aquello. Aún sigo preguntándomelo, después de tanto tiempo. No cabe en mí el hecho de estar lejos de ti. Y, sin embargo, así es. Hace mucho que nuestros pasos no coinciden y aquí estoy. Creyéndome sola por el hecho de no tenerte a mi lado. Sintiéndome vacía por faltarme parte de algo que fui en su día y que tú te llevaste contigo. Sabiendo que no volverás a mirarme como lo hacías. Que tus abrazos seguramente no volverán a significar todo lo que significaban entonces y que tus miradas no volverán a hablarme como sabían hacerlo. Y, a pesar de todo, tengo miedo de darme cuenta de que todo esto es así. No quiero pensar que es imposible volver a disfrutar de tu compañía. No quiero aceptar que todo forma parte de un pasado que ya nunca volverá. Sigo creyendo que algún día cambiarás. Que añorarás todo lo vivido y que te darás cuenta de que yo sigo sintiendo todo lo que sentía. Que no he cambiado. Que soy la misma. Y que no hay día en el que no me arrepienta de haberte dejado marchar, a pesar de haber hecho todo lo que estuvo a mi alcance para no soltarte de la mano.

lunes, 19 de marzo de 2007

Fallas ..

Hace unos días, salía a la calle y la brisa traía el aroma de esos días que no tardarían en llegar. Una mezcla de olor a pólvora, caminatas y diversión me envolvía de tal manera que no podía evitar esbozar una sonrisa. El ambiente inundaba las calles. En cada cara podía leerse la ilusión de revivir esos pocos días al año que con tanta paciencia se esperan y que tan rápido se van.

En unos días, los mediodías, acompañados de los calurosos rayos del sol, llenarían de sonido y de ese olor a pólvora tan característico la plaza del Ayuntamiento. Los monumentos de madera, corcho y cartón, llenos de colorido, se alzarían en mitad de las carreteras, esperando a ser observados y, finalmente, abrazados por el fuego.

En unos días, las calles se vestirían de tradición y, bailando al son de la música, acompañarían a esos ojos cargados de ilusión que se dirigirían hacia la plaza de la virgen de los desamparados, cuyo manto iría completándose con esa capa de flores que impregnaría el aire con su olor y dónde los deseos y lágrimas de tanta gente se unirían por unos momentos. Y por la noche, las luces se desvanecerían para dar paso a formas y colores que se harían dueños del cielo.

Y esos días finalizan hoy. Y tendremos que esperar al año que viene para ver toda Valencia inundada de color y sonido.

martes, 30 de enero de 2007

Otra más ..

Me giré para ver que es lo que me había hecho tropezar. Vaya, pensé, ya había tropezado con esto anteriormente... y de repente recordé haberme prometido en el pasado no volver a pasar por el mismo sitio, con tal de evitar una repetición del mismo hecho. Sin embargo, volví, pensando que sería lo suficientemente prudente como para esquivar ese obstáculo que tantas veces me había hecho caer. Pero, ilusa de mí, volvió a pasar como otras veces, aún teniendo la esperanza de que no fuera así. Y tropecé. Y esta vez me dolió más que la anterior, y la anterior más que la que la precedía... Cada vez el dolor es mayor. Y no aprendo. Parece que no quiero aprender. Me prometo cada vez que esa será la última, pero siempre vuelvo a intentarlo... Ahí es cuando me di cuenta de que puedo aplicarme la frase de que solo el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra... y, en mi caso, tendré que sumarle otras tantas más.

martes, 2 de enero de 2007

Blanca navidad ..

En estas fechas me da por echar la vista atrás, hacia navidades pasadas. Recuerdo que cuando era más pequeña se me hacía larguísima la noche de reyes. Preparaba junto a mi madre una bandeja con tres vasos, batido de chocolate y turrones variados, ponía una fiambrera llena de agua (para los camellos) y me iba a dormir. Bueno, lo intentaba, pero los nervios me recorrían de arriba a abajo. Finalmente, lograba conciliar el sueño. Y, aún de madrugada, o me levantaba y despertaba a mi hermano, o viceversa. Así lo acordábamos el día de antes. Corríamos al comedor y allí nos encontrábamos una montaña de regalos que esperaban a ser abiertos. Cada uno con el nombre del destinatario. Y allí, temblando por los nervios y por el fresquito de estar sentados en el suelo, abríamos cada uno de ellos. A cada uno una sonrisa. Y, cuando uno nos gustaba especialmente, corríamos a la habitación de nuestros padres, a despertarlos y decirles que vieran que chulo era lo que nos habían traído los reyes, justo lo que habíamos pedido.

Es curiosa la ilusión que tenemos de niños... a veces lo echo de menos. Echo de menos vivir de ese modo inconsciente, por decirlo de alguna manera. En ese mundo de sueños en el que viven los niños y cuya obligación única es jugar, divertirse y crecer.

Aún así, a día de hoy sigo viviendo la navidad. Eso sí, de forma diferente, aunque no con menor intensidad. Salgo a la calle y solo oigo felicitaciones entre desconocidos. Solo veo sonrisas. Todo el mundo se conoce por unos días. Me encanta estar con los míos, vernos reunidos, reir todos juntos. Me gusta verlo todo adornado, el turrón, los polvorones. Me gusta ver a los niños que están tan ilusionados como cuando yo lo estaba... En fin, me gusta la navidad.