domingo, 23 de marzo de 2008

Pensamientos desordenados y sin sentido .

Siempre he creído que el tiempo lograría cambiar a las personas. A lo mejor es una esperanza egoísta, por llamarlo de alguna manera, pues pensando eso igual solo esperaba que el cambio me favoreciera a mi (bien fuera porque cambiara la actitud hacia mí o derivados). Pero la experiencia me hace ver que no; que cada uno es como es y que dificilmente el tiempo va a conseguir modificar la manera de ser de una u otra persona. Lo "mejor" de todo es que, aun siendo consciente de que no es así, albergo la esperanza de que sí lo sea, dando lugar al consiguiente tropezón, su correspondiente caída y el daño que eso supone. Y, sobretodo, me invade una sensación de ridiculez que me recorre por dentro que me recuerda que no todo ha de ser como a mí me gustaría. También sería.


Lo siento si no he sabido expresarme con claridad.