Daniela es la tía de mi abuela materna. La conocí el año pasado, cuando acompañé a mi abuela en su visita anual a su pueblo natal, donde vive Daniela. Yo no me acordaba de ella, igual porque, si alguna vez la había visto, era demasiado pequeña. Cuando nos vio una sonrisa se dibujó en su cara. Se puso contentísima. Después de estar un rato con ella y con su marido, nos despedimos y ya no la volví a ver hasta este fin de semana pasado que volvimos.
Cuando llegué lo primero que me vino a la mente era el verla otra vez antes de irme. Sin falta. Cuando nos vio se puso igual de contenta que siempre y no tardó en empezar a sacar sillitas de su casa para que nos sentáramos a la parte de fuera, a la fresquita. Estuvo contándonos que este mes cumpliría 85 años. Y la verdad, no los aparenta. Es cierto que va un poco encorvada, pero por lo demás... está perfecta. Se acuerda de nombres y edades de muchísima gente, tiene una memória...
Nos decía que a su marido, que ronda su edad (no se cuantos años tiene exactamente pero ochenta y algo también) le vieron una manchita en el pulmón hace unos meses y le están dando quimioterapia. Que estaba fastidiadillo, porque es un tratamiento fuerte pero que, poco a poco, iba a mejor. Y que, aunque llevaba dos mesecitos sin ir a su huertito lo que más importaba es que pudieran estar juntitos. Además, solo se tienen el uno al otro, ya que no han tenido hijos. Aún así, dudo que les falte compañía o la ayuda de quien sea, porque realmente se hacen de querer. A mi madre, por ejemplo, le decía que se curara pronto de su piernita (la operaron hace dos meses de la rodilla) y se la acariciaba con mucho cariño. Creo que nunca había conocido a una persona así, que se preocupara tantísimo por los demás, con tanto corazón y tal humilde.
Cuando nos despedimos me dio muchísima pena. En las dos veces que la he visto le he cogido un cariño enorme. No pudo evitar emocionarse. De mi abuela se despidió la última, dándole un abrazo. Y, con lo sensiblona que soy yo, acabé yo también emocioná, jaja.
Espero verla al año que viene. Y que nos cuente que pronto cumplirá 86 años junto a su marido...
ACTUALIZACIÓN 20-08-06
Al final el marido de Daniela no lo ha superado. Ha fallecido esta madrugada...
PD.: Hago mini-cierre por vacaciones. De todas formas, intentaré leeros con frecuencia. mua.
miércoles, 9 de agosto de 2006
miércoles, 2 de agosto de 2006
El cuento de nunca acabar ..
Parece que cuando por fin consigues alejarte de un sentimiento más se empeña en permanecer junto a ti. Siempre hay algo que lo hace revivir. Cualquier mínimo detalle es capaz de hacerte volver a empezar desde cero. Revives todo lo bonito y te olvidas de lo malo. Y yo me pregunto, ¿para qué? Si, al fin y al cabo, sabes que vas a tener que recorrer el mismo camino, el camino del olvido y que, cuando vayas por la mitad y comiences a acercarte al final, volverás al principio, por cualquier detalle insignificante, acompañado de la esperanza y de la ilusión.
Crees que ya es la vez definitiva, que no volverás a tener que andar ese camino, pero nunca es así. Siempre te toca volver. Y sola. Porque la ilusión y la esperanza se desvanecen al llegar al principio y esta vez te acompañan el dolor, la impotencia y la desilusión...
Hoy he decidido empezar a recorrer el camino junto con el dolor, la impotencia y la desilusión; pero, aunque no quiera, a veces, cuando la esperanza me alcanza, me paro en medio del camino y espero junto a ella. Siempre consigue alcanzarme. Y allí estoy, sentada a su lado hasta que consigo deshacerme de ella y logro retomar el camino hacia el olvido...
Crees que ya es la vez definitiva, que no volverás a tener que andar ese camino, pero nunca es así. Siempre te toca volver. Y sola. Porque la ilusión y la esperanza se desvanecen al llegar al principio y esta vez te acompañan el dolor, la impotencia y la desilusión...
Hoy he decidido empezar a recorrer el camino junto con el dolor, la impotencia y la desilusión; pero, aunque no quiera, a veces, cuando la esperanza me alcanza, me paro en medio del camino y espero junto a ella. Siempre consigue alcanzarme. Y allí estoy, sentada a su lado hasta que consigo deshacerme de ella y logro retomar el camino hacia el olvido...
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