Por mi vida han pasado muchas personas. Algunas siguen conmigo; otras, sin quererlo o queriéndolo, han ido cayendo en el olvido. En algunos casos de tal manera que creo imposible recuperar todo lo perdido. Cada una de ellas con sus cosas buenas y con sus cosas malas, pero no por ello peores que nadie. Todas con esos detalles que las hacen diferentes: algunas, risueñas; otras, no tanto; abiertas y no tan abiertas; reservadas y otras no mucho. Optimistas, pesimistas; pacientes, impacientes; cariñosas, atentas, frías, pasotas, detallistas... en fin, de todo un poco, pero todas tienen algo especial que consigue dibujarme una sonrisa en cualquier momento. Tenerlas me hace o me ha hecho feliz y con eso me basta. Con enfados y sin enfados, con momentos buenos y malos todas ocupan una parte de mí y nadie puede cambiarlo. Y si alguna vez llega el día del adiós tengo claro que no dejaré que caigan definitivamente en el olvido, guardaré todos los pedacitos que me recuerden algún momento compartido y, de vez en cuando, me pararé a observarlo y a recordar las cosas que me aportaron, me enseñaron y, sobretodo, la parte de la vida que han compartido conmigo y que queda escrita para el recuerdo.Y tú, ¿Qué destacarías de las personas que te rodean?
